La Salsa no es un ritmo

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Por: Juan Camilo Velásquez Bueno

 

“Ponme una Salsa”, “Vamos a bailar Salsa”, “Me gusta la Salsa”, “Soy Salsero” y más apelativos utilizan en todo el mundo muchas personas para manifestar una identidad, y es que la Salsa es una expresión cultural, política y comercial; la Salsa es literatura y es poesía, incluso algunos de sus máximos exponentes la han considerado un estilo de vida! Pero la Salsa dista, y por mucho, de ser un ritmo.

¿Cómo es posible entonces que uno de los fenómenos culturales más grandes de todo el territorio americano, cuya base radica predominantemente en la música, no sea un ritmo? 

 

Cuando Europa, un continente de Imperios, llega a America a finales del siglo XV, trae consigo no solo la cruz y el evangelio, también una mezcla de culturas e identidades sociales (desde la más baja a la más alta) que poco a poco se asentarían en el mal llamado “nuevo mundo”. Traería consigo también la esclavitud, la subyugación de pueblos cuyas raíces fueron tan fuertes que ni la misma colonización pudo acabar, y la mezcla de todas estas circunstancias darán como resultado final una mixtura que a los ojos del mundo podría considerarse no menos que maravillosa: Las Culturas Latinas.

 

Al igual que la Cumbia, el Porro, la Gaita, el Joropo, Los diversos Valses autóctonos de cada país, la Zamba, la Chacarrera y un increíble etcétera de ritmos andinos del cono sur Americano (por citar solo un ejemplo), en el eje central del continente, donde encontramos un compuesto de archipiélagos llamado Las antillas se empezaron a gestar una amalgama de ritmos que tendría un ingrediente (al igual que a lo largo y ancho de las Américas) preponderante: el Africa. 

 

La esclavitud trajo consigo el Africa “primitiva” con el tambor bajo el brazo, y en nuestra costumbre de encerrar arquetipos, a veces cometemos el yerro de “generalizar” culturas tan diversas que muchas veces la cantidad de diferencias entre ellas equivalen a sus semejanzas. A las Antillas llegaron del sudeste de Nigeria los Carabalíes (que provenían de la región del Calabar), y solamente entre ellos hubo etnias distintas, los Efik, Ibo, Ekoy, Bras, Ibibios, Abaja, Oba e Brícamos! De la región de la cuenca del Congo vendrían también los Mondongos, Banguela, Mucaya, Bisongo, Agunga, Cabinda, Motembo, Mayombe, todos “Congos”, y ni mencionar a la etnia que más influiría en nuestra historia Salsera como los Yorubas: eguadó, ekiti, yesa, egba, fon, cuévanos, agicón, sabalú y oyó! Y la definición de Yoruba viene no precisamente porque estas tribus estuviesen emparentadas ni centralizadas políticamente, pero hablaban una lengua común, y una de estas tribus, la Ulkumí, daría origen a la palabra lucumí, y Lucumís sería como denominarían a todos los Yorubas que llegaron a Cuba durante el comercio de esclavos. 

 

Congos y Lucumís afrontaron en Cuba un periodo histórico que les obligó adaptarse a la corona Española, acondicionando sus creencias y religiones y sincretizandolas con el cristianismo, dándonos como resultado religiones como el Palo Monte y la Regla de Ocha e Ifa, lo que conocemos como Santería.

 

La religión y la música están estrechísimamente relacionadas con el origen de este fenómeno cultural, y cada Santo u Orisha perteneciente al panteón Yoruba tiene características específicas que lo identifican, tendrían cada uno sus rituales, con sus ritmos y toques propios de tambores. Los toques de santo y los toques profanos, así como las festividades religiosas y populares darán como resultado en cuba el llamado “Complejo de la Rumba” de los cuales se cimentarán ritmos como el Yambú, la Columbia o El Guaguancó.

 

Pero la rumba no será el único fenómeno que veremos, al igual que el Africa se mezcla con la conquista y la colonia, la conquista y la colonia se mezcla con el Africa! 

 

De Inglaterra llegarán a Francia las Country Dances que pasarán a formar parte de las cortes reales y estas Contredanse francesas llegarán a las colonias Haitianas, y con la rebelión de Haití, emigraran al Oriente de cuba, generando el fenómeno de las Contradanzas cubanas, que derivaran en ritmos tan influyentes como La Habanera, (Que bajará al argentina para ayudar a cimentar el fenómeno del Tango) y El Danzón, con sus charangas y su riqueza armónica. 

 

Pero la música que llega de España a Cuba por medio de instrumentos como la Vihuela, el Laúd, y la Bandola también llega por medio de la iglesia, el canto llano y la música Sacra. Andalucía, región donde se manejará el negocio de la conquista, con toda su influencia Arabe, exportará algunas formas musicales y literarias como el “el trovo” y “las décimas” y nos dará origen al punto cubano. 

La poesía y la literatura, en combinación con todos los factores ya mencionados se mezclarán para dar paso en el oriente de la isla a la Guaracha, al Nengón, al Changuí y a los trovadores, surgirá el Son, columna vertebral de la Salsa, y a partir de la Rumba, el Son y el Danzón y sus formatos instrumentales como las charangas, los sextetos, septetos, conjuntos y “Big Bands” y con la influencia del Jazz (consecuencia en gran medida del mismo fenómeno de migración “de Haití” en Estados Unidos) , surgirán el Mambo y el Chachachá. La exportación de estos y otros ritmos afrocaribeños por el fenómeno migratorio en los inicios del siglo XX a Estados Unidos darán como resultado el surgimiento del Jazz “Afrocubano” que más tarde conoceremos como “Latin Jazz”.

 

Pero también de Puerto Rico llegaran a Estados Unidos  La Bomba y la Plena, de Panama el Congo, el Merengue Republica Dominicana, como muchísimos otros ritmos! y en los años 60 del siglo pasado empezará a cocinarse el caldo de cultivo junto a procesos sociales que impulsaran un sentimiento de progreso y esperanza en muchos países. Era tiempo de revoluciones en todo el mundo y la descolonización en Africa, la contracultura, y muchos más fenómenos sociales hacían que las clases bajas latinas inmigrantes en Estados Unidos, como los trabajadores, los obreros, la gente marginal, los “malandros” y la gente “del barrio” participara en esta ola.

 

Y es por eso que La Salsa como ese movimiento que conocemos tiene su origen en el barrio!

 

En la gente, la que en su momento se considerara la baja sociedad de la ciudad de Nueva York que no eran ni más ni menos que los cubanos, los puertorriqueños, los venezolanos y toda la comunidad latina que emigró con su música y su cultura a los barrios bajos de la gran manzana, y no tu vieron otra alternativa más que reunirse y crear, y que se dieron cuenta de que toda esta mezcla y toda esta sabrosura los unía y les generaba un sentimiento de identidad.

 

Entonces la salsa se convierte en una expresión de semejanza  y toma tanta fuerza a lo largo y ancho del continente que luego pasaría a convertirse en un común denominador para todos los Latinoamericanos y Caribeños.

 

Salsa NO es un ritmo, pero sí una convergencia de ritmos! Salsa es una palabra que tiene sobre todo un fin y es el de recoger a los principales ritmos tropicales que se han modernizado, se han arreglado y se han innovado a medida que se mezclan con otras formas e influencias musicales, y que los transforma en un movimiento cultural, porque la Salsa, como la cultura latina, están en constante evolución!